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Día 12 en Tailandia. Despedida de Krabi y vuelta a Bangkok.

Éste era nuestro último día en el «paraíso» y teníamos algunas cosillas que queríamos hacer pendientes. Despedirse de sitios como Krabi y Railay, no es fácil. Eso sí, teníamos gusanillo de seguir conociendo la gran Bangkok.

Este artículo forma parte de la Guía y Diario de viaje a Tailandia . Puedes ver todos los capítulos en nuestra Guía de Tailandia.

Tras el desayuno y dejando la habitación libre, nos dirigimos hasta el sendero que conduce a la playa Phra Nang desde la playa del este. Casi justo a medio camino entre las dos playas, hay un desvío que sube hasta el «View Point». El desvío del que hablo no es una camino en sí, ya que lo primero que te encuentras es una cuesta muy empinada de tierra, que discurre entre rocas y raíces y por la que casi tienes que subir a cuatro patas, ayudándote de unas cuerdas que hay dispuestas para ello. Yo decidí no subir, ya que desde hace unos días, tenía un dolor intenso en ambas piernas, que no sabía a qué se debía (a la vuelta fui al médico y resultó ser insuficiencia venosa profunda… vamos, mala circulación de toda la vida, que con las altísimas temperaturas y el esfuerzo físico de estos días, se hizo notar). Por ello, esperé a Simón abajo.

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Él tuvo muy claro desde que vimos fotografías en Internet, que iba a subir y no se lo pensó dos veces. Se puso un buen calzado, ya que es poco aconsejable, por no decir una locura, hacerlo con chanclas. Según me contó después, es un buen trozo de subida por el acantilado y metiéndose entre la vegetación de la selva, que se puede hacer sin problema con calma y con mucho cuidado. Eso sí, tiene algunas zonas de vértigo total y donde hay que andarse con mucho ojo. Por ello, no es muy recomendable subir con niños o si se tiene miedo a las alturas. Una vez terminas de subir, lo primero que te encuentras es una empinada bajada a la derecha; sin embargo, para ir al mirador, debes caminar un poquito por el sendero de la izquierda (cuando fuimos, la señalización estaba oculta y tirada en el suelo), sin bajar. Desde luego, la vista desde allí, compensa toda el esfuerzo de la subida… Hay una preciosa estampa de la península y sus acantilados, así como de la selva y de las playas del oeste y del este. Una maravilla para disfrutar.

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Esa cuesta empinada que comentaba, con la que te encuentras al terminar de subir, desciende hasta un lago, llamado Sa Phra Nang (o poza de la princesa sagrada), que al parecer es precioso y muy chulo para darse un baño. El camino parece más complicado que el anterior, sobre todo para hacer la vuelta. Simón decidió no ir, pero sólo porque no quería hacerme esperar más abajo. Pero vamos, que ya puestos en faena…

Cuando llegó de nuevo a la base, venía completamente lleno de barro y sudor. Lo primero que hizo fue quitarse la ropa y darse un buen baño en la playa.

Lo segundo que nos quedaba pendiente de las cosas que queríamos hacer, era alquilar un Kayak. Lo hicimos en la playa del Oeste, por 200 baths. Fuimos remando hasta el peñón que hay enfrente de la playa Phra Nang y nos metimos por varias cuevecitas muy chulas. La verdad es que es una experiencia muy chula, ya que ves cosas que desde tierra no puedes y disfrutas de otra manera, de esas aguas transparentes. En mitad del paseo en Kayak, un desequilibrio y un exceso de confianza, hizo que nos cayéramos al agua con todo lo que llevábamos.

foto_kayak

Por suerte llevábamos una bolsa estanca (de las de buceo) con las cámaras, móviles y carteras, que nos dejaron nuestros amigos y que sin duda, nos vino de perlas. Esa misma bolsa, la utilizamos en todos los trayectos en barco y las excursiones, por prevención. Es una buena compra para este tipo de destinos y se encuentran en casi todos los puestos de la zona. ¡Nosotros nos hicimos con una grande y una mini!

Bolsa estanca

Después dedicamos el resto del tiempo a bañarnos aquí y allá y a disfrutar de no hacer nada…jeje. Para comer decidimos ir a «nuestro restaurante», el Mangrove, ya que se convirtió en nuestro favorito, para comernos un último Pad Thai.

Mangrove Restaurant Relax Railay

A la hora indicada, acudimos con el equipaje a la playa del este. Para poder estar más tiempo en Railay y despreocuparnos un poco, decidimos gestionar el traslado al aeropuerto con la agencia donde cogimos los tours. Por 800 baths los dos, nos llevaron en barco al mismo embarcadero de la ida y allí, nos esperaba un taxista, que nos llevó directos a la terminal del aeropuerto. Por cierto, ¡qué bonita esta zona de Tailandia! Hasta ir en el taxi fue un placer, viendo las aldeas y poblados, todos rodeados de selva y de vegetación…

Una hora y cuarenta minutos después (a las 19.30 h), aterrizamos en el aeropuerto de Don Muang. En lugar de taxi esta vez, decidimos coger un bus  de la línea A2, hasta la estación del BTS (metro de superficie) en Victory Monument y allí, el metro hasta Silom, la zona en la que nos alojamos esta segunda vez en Bangkok (como ya comenté, al estar dos veces en la ciudad durante este viaje, en la primera vez nos quedamos en la parte del centro y esta segunda vez, en una de las zonas más modernas). Nos gastamos en el transporte 130 baths entre los dos (bus+metro).

foto_bts

De camino nos encontramos con un Dunkin Donuts y ni estando en Tailandia, paraíso gastronómico, pudimos resistirnos. Nos cogimos una caja entera y algo de bebida y así cenamos en la habitación del hotel.

Nos alojamos en el hotel Furama Silom, un hotel muy moderno y con todas las comodidades imaginables, a un precio muy tailandés (por lo menos en el momento en que fuimos nosotros). Además, al llegar nos dicen eso de: «Lo siento, estamos completos y les hemos tenido que cambiar su habitación por una Junior Suite». Ohhh, ¡qué pena!. Entre el cansancio que llevábamos, que teníamos comida con nosotros y que la habitación era una pasada, decidimos no salir más por hoy. Sólo aprovechamos para hacer todas las tareas de higiene personal pendientes en ese super-baño y para darnos un piscinazo en la azotea, ¡qué maravilla de vistas!

Hotel Furama Silom

INFO

  • Alquiler Kayak en la playa: 200 baths.
  • Traslado Railay al aeropuerto de Krabi: 400 baths por persona.
  • Traslado aeropuerto Don Muang hasta Silom, en transporte público: 65 baths por persona.
  • Nuestro hotel en Bangkok: «Furama Silom Hotel».

Este artículo forma parte de la Guía y Diario de viaje a Tailandia . Puedes ver todos los capítulos en nuestra Guía de Tailandia.

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Vivi

El autor Vivi

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