El pasado mes de noviembre hemos podido disfrutar de un fin de semana inolvidable en Gijón, una escapada que quedará para siempre grabada en nuestra retina. Si ya de por si la ciudad es bella y muy acogedora, las actividades y experiencias que hemos podido vivir nos han hecho volver enamorados de esta ciudad.
Paisajes, historia, cultura, gastronomía... Esta ciudad asturiana tiene todo lo que necesitas para una escapada de fin de semana. Incluso en otoño o invierno hay tantas cosas qué ver y hacer que bien merece la pena acercarse.
Gijón, al igual que Coruña, Santander o San Sebastián, son ciudades que miran al mar de frente. Son ciudades que saben a sal, a mar… de eso nos dimos cuenta nada más llegar. Incluso la fachada marítima de la ciudad, con las playas y puerto deportivo, nos recordó mucho a nuestra ciudad, A Coruña.
Para que os inspiréis un poco con lo que hacer y ver en esta ciudad, os dejamos nuestro relato del fin de semana. Obviamente hay muchas más cosas y planes alternativos para hacer, pero esperamos que os sirva de inspiración. Ah, por cierto, lo hemos dividido en dos artículos, tenéis el enlace a la segunda parte al final del artículo.
Viernes. Llegada a Quinta Duro y paseo nocturno por Gijón.
Ya eran las 4 cuando salimos de Coruña, pero gracias a la Autovía del Cantábrico, en menos de 3 horas ya estábamos callejeando entre quintas y palacios por las afueras de Gijón, en busca de nuestro acogedor hotel rural. Mientras seguíamos las indicaciones del navegador, nos sorprendió la mágica visión de una gran torre iluminada en medio de la noche y la bruma que cubría la zona.
Esa gran torre pertenecía nada más y nada menos que a La Laboral de Gijón, un rincón que descubriríamos más adelante. Y es que el hotel se encuentra muy cerca de la Laboral, de hecho la veíamos desde el propio hotel.
Después de recorrer la pista que recorre la enorme finca ajardinada (20.000 metros cuadrados) vimos que a la puerta del hotel nos esperaba Jesús, el hijo de los dueños y la persona que regenta del hotel. A los pocos minutos de llegar ya nos sentíamos como en casa, y es que además de ser un hotel muy acogedor, Jesús es tan cercano y amable que dan ganas de quedarse una vida allí. No es que lo digamos nosotros, sólo con mirar las opiniones en TripAdvisor y Booking…
Hotel Quinta Duro – Reservar aquí
Dirección: Camino de las Quintas, 384, 33394 Gijón, Asturias
Teléfono: 985 33 04 43
Quinta Duro es un precioso y acogedor hotel rural que forma parte del Club de Calidad Casonas Asturianas. Se encuentra en plena naturaleza, junto al Jardín Botánico y la Laboral, pero a sólo 10 min en coche del centro de Gijón. Además del edificio principal , cuenta con un gran jardín de 20.000 metros cuadrados donde podrás disfrutar de un paseo entre arboles y plantas de todo tipo. Cerca del hotel encontrarás muy buenas sidrerías para disfrutar de una gran comida o cena, además de encontrarse cerca de llagares que podrás visitar.
Después de una agradable charla, y dejar las cosas en la habitación, nos dirigimos al coche para una primera toma de contacto con Gijón… y cenar, por supuesto. No conocíamos la ciudad, pero desde el hotel es muy fácil llegar a la Playa de San Lorenzo, sin atascos ni muchos cruces, por la zona del Estadio del Molinón. En un plis plas estábamos junto a la playa, que nos recordaba muchísimos a nuestra querida Playa de Riazor. Pensábamos que íbamos a dar muchas vueltas para aparcar e incluso tener que recurrir a un parking de pago (que aquí no son precisamente baratos), pero la suerte del novato, llegar y aparcar en la calle junto a la playa, junto a La Escalerona.
Lo primero que hicimos nada más aparcar fue disfrutar de las vistas de la playa y de Iglesia de San Pedro iluminada. Justo desde ese punto de vista que habrás visto en miles de fotos de Gijón ¿verdad?
Empezaba a llover ligeramente, y el hambre empezaba a apretar, por lo que nos dirigimos raudos a alguna de las sidrerías que hay por la zona de la Plaza Mayor. Allí se encuentra La Galana, una de las más famosas. Tan ensimismados estábamos en buscar donde comer y tomar algo que dejamos las fotos para otro día. Eso sí, esa noche disfrutamos de un cachopo al cabrales y sidrina… como era de esperar jejeje
Después de cenar, un paseo por la zona de la Plaza Mayor y directos para el hotel. El cansancio ya hacía mella y el cuerpo pedía descansar plácidamente en el hotelito rural.
Sábado: Talaso Poniente, Llagar y Festival Internacional de Cine.
Después de dormir y descansar como hace tiempo que no hacíamos, bajamos al comedor de la Quinta para desayunar. Allí nos esperaba Jesús. Y como siempre con esa enorme sonrisa de oreja a oreja. Lo mejor de hospedase en un hotel rural con encanto es que normalmente uno de los puntos fuertes es la hospitalidad de los propietarios.
Mientras desayunábamos nos pusimos a charlar con él y ha hacerle todo tipo de preguntas, que amablemente nos respondió. Desde la historia de la Quinta, a cosas que podíamos hacer y ver por la zona y por Gijón, con esos consejos que sólo un local puede facilitarte. Aunque ya llevábamos todo el planning organizado, se agradecían los consejos y recomendaciones…
TalasoPoniente: Spa y masajes
Después de un gran desayuno tocaba acercarnos a Gijón a disfrutar de una mañana de relax y desconexión en el Talaso Poniente y en el centro Thala Estética, que se encuentra en las mismas instalaciones. En el Talaso tocaba disfrutar de un circuito de Spa y Talasoterapia. En el centro Thala nos esperaba un masaje de esos que te dejan como nuevo.
Talaso Poniente BNFIT-Talaso
Web: talasoponiente.com
Dirección: Playa de Poniente Dique Este, s/n, 33206 Gijón
Teléfono: 984 49 04 90Thala Estética
Web: thala.es
Dirección: Talasoponiente, 33206 Gijón
Teléfono: 985 35 83 06
Este talaso nos sorprendió gratamente, cuenta con bastantes elementos para disfrutar. Lo que más nos gustó, a parte de las piscinas da agua salada, sin duda fueron las duchas sensoriales y de contrastes, con chorros de diferentes presiones, temperaturas y olores.
Aunque sin duda la palma se la lleva la posibilidad de disfrutar de las zonas exteriores, con vistas directamente a la playa de Poniente, y desde las que ves pasear a la gente mientras tu disfrutas de un baño caliente con chorros. Y es que la temperatura exterior era muy fresquita (noviembre en el norte, nada más que decir…), pero dentro del agua se estaba de maravilla. Una pena no poder haber sacado fotos mientras «sufríamos» allí afuera (por razones de privacidad, está prohibido sacar fotos en el complejo termal).
Ahora tocaba la segunda parte de nuestra experiencia relax, un masaje en el Centro Thala, dentro de las propias instalaciones del TalasoPoniente. Era nuestra primera vez, y la experiencia fue fantástica. No sé si en todos los sitios es así, pero en este caso merece mucho la pena. Una hora de masaje relajante en una habitación en penumbra y sin ruidos, mientras te masajean con algún tipo de crema caliente y perfumada, que hacen que pierdas la noción del tiempo y el espacio… ¿Qué más se puede pedir?
Y por si fuera poco, al salir de la sala de masajes nos esperaban con un regalito en forma de copa de frutas y champán. No pudimos resistirnos a sacarnos unas fotos con las chicas que tan bien nos han atendido. De 10.
Ya eran más de las 2 y tocaba comer. Habíamos quedado con Noemi (Turismo de Gijón) y Victor (blogguer de viajes en Machbel y compañero de GaliciaTB) en el restaurante La Cocina de La Laboral. Allí cuentan con un menú muy sugerente y especializado en productos KM0 y de comida tradicional. El menú consta de dos primeros y dos segundos a elegir, y el precio ronda los 12 euros. Dos sugerencias a tener en cuenta: la Fabada Asturiana es muy ligera y de esas que no se hacen pesadas; y los calamares: ricos, ricos…
Llagar Sidra Castañon
Cuando nos dimos cuenta ya eran las 5 de la tarde, la hora que teníamos fijada para visitar el Llagar Castañon. Menos mal que este llagar se encuentra muy cerca de la Laboral, así que en 5 minutos ya estábamos allá. Para quién no lo sepa, un llagar es algo así como una bodega de vino, pero donde elaboran la deliciosa sidra asturiana.
Llagar Sidra Castañon
Dirección : Barrio Los Pisones nº 90, 33314 Quintueles, Villaviciosa
Telefono: 985 89 45 76
Web: www.sidracastanon.com
Llegamos apurados, pero Marta, del Llagar, estaba esperando nuestra llegada junto a un grupo. Y aquí otra sorpresa agradable, uno de los que formaban parte del grupo era Avistu del blog viajablog.com.
La visita guiada comenzaba con un vídeo donde nos explican un poco de la historia del llagar y del mundo de la sidra, para ponernos en antecedentes de lo que vamos a descubrir en la visita a las instalaciones. Una vez acabado el vídeo, Marta se dispuso a darnos algunas explicaciones, como que este año era pobre en manzana y que ellos además de la manzana asturiana la traían de otros lugares. Otros llagares recurren a la manzana gallega, una región que produce mucha manzana. Pero en su caso no, la que necesitan para completar la traen de Bretaña.
También aprovechó a presentarnos un producto que sinceramente ni conocíamos, Roxmut, un vermut elaborado con manzana.
Continuamos con la típica visita a las instalaciones del llagar. Ahí, además de ver manzana a la espera de ser convertida en sidra y la magaya (sobras de la manzana que se usan para alimentar al ganado), nos enseñaron todas las instalaciones y maquinaria necesaria para elaborar la sidra. Incluso probamos sidra directamente de los tanques. A sugerencia de Marta, Rosi se atrevió a escanciarla directamente del tanque. El estilo era lo de menos, lo importante era «romper la burbuja» y disfrutar de la sidra.
En la última parte de la visita descubrimos los grandes depósitos tradicionales de madera donde se celebran las famosas «espichas». Nos explicaron que cualquiera puede disfrutar de una espicha (en grupos y con reserva anticipada), previo pago de unos 35 euros pero donde podrá disfrutar de comida tradicional y sidra hasta «reventar».
Marta es una persona dinámica y a la que le gusta enseñar el llagar de una forma amena y alegre, durante toda la visita no para de hacer bromas, contar historias y anécdotas divertidas y hacer interactuar a los que le acompañábamos. Y así es como acabó Rosi dentro de un tonel, después de explicarnos que había que entrar por una pequeña apertura para limpiar su interior. Y claro, Rosi no dudo en probar la experiencia de meterse.
Otra historia con la que disfrutamos fue cuando nos contó como cobraban antiguamente a los visitantes a las espichas tradicionales, hace muchos años. Como no podían llevar un control de cuanta sidra se bebía (solía haber mucha gente), se cobraba una entrada fija. Pero claro, tenían que cobrar de alguna forma a los que más bebían… Como la sidra es diurética, los que más bebían más veces tenían que salir a mear al exterior. Y para volver a entrar, había que pagar otras 5 pesetas. De esta forma, los que más consumían, más pagaban.
Festival Internacional de Cine de Gijón: Layla M en el Teatro Jovellanos
Una vez acabada la visita, ya de noche cerrada, nos volvimos al Hotel a cambiarnos de ropa para acercarnos a disfrutar de una sesión de cine en el Teatro Jovellanos. Y es que durante nuestra estancia se celebraba el Festival Internacional de Cine de Gijón.
La decisión de ver esa película fue sencilla, tenía muy buen pinta y encima la sesión era en el Teatro Jovellanos, que queríamos conocer.
Layla M , Año 2016, Países Bajos (Holanda)
Sinopsis: Layla es una joven holandesa de ascendencia y familia marroquí. Después de sufrir en sus carnes varios episodios de racismo, empieza a sentirse atacada y empieza a integrase en círculos radicales y extremistas, llegando a casarse con un joven yihadista y cambiar radicalmente su vida.
La película realmente estuvo bastante bien y el teatro Jovellanos es precioso, fue un final estupendo para un gran día. Después de la película decidimos regresar al hotel, pues el día realmente había sido bastante completito.
Fin de la 1 parte: Puedes leer la segunda parte (Domingo) en el siguiente artículo:
«Una escapada otoñal a Gijón: crónica de un fin de semana delicioso (2/2)»